Jun 6, 2024 por
Sánchez, Isabel( 2024): Cuidarnos: En busca del equilibrio entre la autonomía y la vulnerabilidad (Crecimiento personal). Espasa.
Isabel Sánchez (1969),licenciada en derecho, ha realizado estudios en Roma de Filosofía y Teología. Desde 2010 dirige el consejo de mujeres que asesora al prelado del Opus Dei en el gobierno de la institución. Acaba de publicar este ensayo como reflexión sobre la vulnerabilidad del ser humano. En algún momento de nuestra vida, necesitaremos ser cuidados y también cuidar a otros. La autora en una entrevista realizada por Álvaro Sánchez de León ( https://www.aceprensa.com/la-entrevista/isabel-sanchez-el-egocentrismo-nos-aboca-a-la-soledad/), explica el origen del libro: Este libro nace, como todo en la vida, por una mezcla de factores que confluyen: la invitación de una editorial a escribir un nuevo libro con tema abierto, el sentir el pulso de la sociedad en la que vivo, que nos aboca cada vez más al descarte de la vida humana sin invertir adecuadamente en su cuidado; la llegada de una enfermedad, que me sitúa en la categoría de persona “altamente vulnerable” y encontrarme, sin previa preparación, con un padre dependiente que me convierte en cuidadora y me solidariza con los millones de personas que se encuentran en esta misma posición desafiante. [Este libro] Cuidarnos no nace de modo premeditado, pero sí quiere ser una propuesta de diálogo con el mundo en el que vivo y de cuyo devenir me siento protagonista.
La cultura del cuidado nos lleva a cuestionarnos sobre el futuro demográfico. En 2037 habrá 6,5 millones de hogares unipersonales en España. De personas que se consideran autosuficientes, que creen bastarse a sí mismas, que viven aisladas, pero un día cualquiera como relata el periodista T. L. Andrews, de pronto te rompes un brazo y la vida cambia radicalmente: Como el brazo que me rompí era el dominante, no conseguía lavarme bien los dientes. Vestirme por la mañana y atarme los zapatos se convirtió en un desafío completamente nuevo para mí. Eso me mostró cómo, en el fondo, no importa lo exitoso y respetado que haya llegado a ser; el caso es que estoy en una crisis que va más allá de mi debilidad física actual. De repente, nuestros problemas no pueden resolverse con dinero o con una nueva app. Llegados a un cierto punto, necesitamos gente literalmente a nuestro lado.
Cuidar a otros cuando lo necesitan es olvidarnos de nuestro egoísmo. Supone salir del círculo insaciable de nuestro yo para encontrarnos con otra persona diferente, distinta que necesita ser ayudada, comprendida tal y como esa persona lo necesita. Supone, como dice Isabel Sánchez, situarnos en un sustrato ético y cultural diferente: El último círculo culmina con la instalación de dinamismos sociales expresivos de las relaciones de reciprocidad, que son las que hacen posible el florecimiento humano pues, en palabras de Alasdair MacIntyre, «los individuos logran su propio bien en la medida en que los demás hacen de ese bien un bien suyo, ayudándolo para que a su vez él se convierta en la clase de ser humano que hace del bien de los demás su propio bien, no de un modo interesado y calculador, sino con desinterés e incondicionalidad». Lo que propone la autora es una auténtica revolución y para empezarla necesitamos reconocer nuestra fragilidad. Sea cual sea nuestra edad. Sea cual sea nuestra salud . Se trata de tomar la decisión de cuidar y de ser cuidados.
Nueve propuestas propone la autora para realizar esta misión que parece imposible: autoconocimiento, autocuidado, fortalecimientos de las familias, desarrollo del cuarto sector de la economía mundial, parar los relojes, bajar el ritmo, educar para el cuidado, dialogar para el bien común como explica el Papa Francisco, y la religión como artífice de la paz y de las más importantes ONG. Especialmente en el caso de la religión cristiana: el cristianismo lleva veintiún siglos difundiendo un mensaje de amor mutuo gratuito, inventando iniciativas de solidaridad extrema y haciéndonos levantar los ojos y las manos hacia Dios, gran cuidador. En la encrucijada actual entre cuidado o descarte, su propuesta sobre lo que es y lo que está llamado a ser el hombre tiene algo clave que aportar.
El libro es de lectura imprescindible. En todas las páginas se aprende algo importante para nuestras vidas. Se aprende a reflexionar sobre nuestra existencia, a mejorar como seres humanos, a salir de nuestro egoísmo, a pensar que 300 millones de personas tienen depresión en este año 2024: El egocentrismo puede tener alguna recompensa inmediata –evita complicaciones en la vida, por ejemplo–, pero nos aboca a la soledad. Esa soledad, como nos advierte sistemáticamente la comunidad científica, puede aumentar hasta un 30% el riesgo de mortalidad y eleva la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, ictus, demencia y problemas de salud mental. Por otra parte, estudios sobre la felicidad como el de Robert Waldinger, profesor de Psiquiatría en la Harvard Medical School, respaldan que las buenas relaciones nos mantienen más felices y más saludables. Aunque solo fuera por evidencia científica, deberíamos convencernos de la necesidad de aprender a abrirnos a los otros, a convivir, a construir juntos y a ayudarnos mutuamente a llevar las cargas que la vida nos impone.
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