El que no lee en realidad no ve. Es menos libre, menos crítico y está inerme frente al totalitarismo:  “Los libros apuntalan la democracia porque son un obstáculo para los que quieren manipular la Historia” (Irene Vallejo) (1)

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Escribo este post sobre este tema ya que me ha llamado la atención leer varias noticias sobre lo necesaria que es la literatura o bien la lectura de libros para la formación y maduración de los individuos, para entender el mundo que nos rodea y pensar en cómo hacerlo un poco mejor. Por ejemplo un sorprendente artículo de Tommaso Koch sobre que los adolescentes leen más que los adultos y sin prejuicios: viene a decir que no están tan pendientes de las pantallas como los adultos creemos( https://elpais.com/cultura/2023-04-02/los-adolescentes-leen-mas-que-los-adultos-y-sus-. Hay muchos más pero me parece especialmente interesante el escrito por el Papa Francisco -no es la primera vez que se refiere a este tema- sobre el papel de la literatura en la formación (https://opusdei.org/es-es/article/carta-literatura-formacion-papa-francisco/). Se está refiriendo a la formación de los sacerdotes en los seminarios considerando que la lectura de buena literatura ocupa un papel secundario en la formación de los seminarios: Una obra literaria es, pues, un texto vivo y siempre fecundo, capaz de volver a hablar de muchas maneras y de producir una síntesis original en cada lector que encuentra. Al leer, el lector se enriquece con lo que recibe del autor, pero esto le permite al mismo tiempo hacer brotar la riqueza de su propia persona, de modo que cada nueva obra que lee renueva y amplía su universo personal. […] Esto me lleva a valorar de modo muy positivo el hecho de que, al menos en algunos seminarios, se logre abandonar la obsesión por las pantallas —y por las venenosas, superficiales y violentas noticias falsas— y se dedique tiempo a la literatura, a los momentos de lectura serena y libre, a hablar de esos libros, nuevos o viejos, que tanto nos siguen contando.  Pero ¿qué es literatura?

Todo este conjunto de hechos, aunque diverso, se une en torno a la abstracción literatura: un niño lee un cuento en una tarde de verano; un escolar lee y hace un trabajo porque se lo han mandado en clase; estudiar historia de la literatura porque está en los planes de estudio; hombres que tienen por oficio escribir libros; premios literarios; listas de libros más vendidos -hay que mirar las del mes agosto: son increíbles, pero eso no toca en este post-; hombres que escriben aunque no sea su oficio; bibliotecas; una función de teatro; una película basada en una novela -muchísimas por cierto-; algunas columnas periodísticas; libros hablando sobre literatura; suplementos lite­rarios de periódicos y revistas especializadas, blogs sobre análisis de libros. Definir cualquier concepto es siempre difícil: supone fijar límites, en apariencia científicos, a una realidad que no siempre se deja acotar fácilmente. En el caso de la literatura estamos ante una definición misteriosa, impalpable, aunque relativamente fácil en términos etimológicos: la palabra literatura deriva del latín littera (letra). El significado que tiene en la actualidad no se le dio hasta la Ilustración en el siglo XVIII. Como casi siempre sucede, cuando se busca definir lo más complicado o lo casi inabarcable, la sencillez es el mejor camino. Así sucede con Aristóteles: “La literatura es el arte de la palabra”. Podemos seguir añadiendo notas esenciales pero con escasa esperanza a ciencia cierta de definir qué es literatura. De nuevo recordamos la primera definición: la literatura es el arte de la palabra, o el arte de crear belleza a través de la palabra. Es difícil penetrar en las razones por las cuales, son hechos literarios: la experiencia de un niño leyendo un cuento, o la de un adulto leyendo el Quijote, o la de un escolar haciendo una lectura-trabajo de un libro. No podemos negar el carácter indeterminado, problemático, oscuro, misterioso de la literatura, aunque intuitivamente al emplear el término literatura todos sepamos de qué estamos hablando. Cada una de las notas analizadas satisface la definición desde su propio enfoque, pero no da una respuesta completamente satisfactoria. Fundamentalmente por dos razones. Primera, porque la multiplicidad de concepciones hace imposible una respuesta única a la pregunta ¿qué es literatura? La segunda razón se manifiesta en la fuerza oculta e intransferible de la literatura, en ese no sé qué que la palabra y el hecho literario son capaces de transmitir.Por lo tanto, va a ser el uso literario del lenguaje el elemento definidor del concepto de literatura, y éstas son algunas de las características del lenguaje literario:

  1. Predominio de la función poética del lenguaje. El autor, el creador literario intenta atraer la atención del lector sobre la propia forma del mensaje (sobre el lenguaje en sí mismo).
  2. El lenguaje literario es connotativo. No declara simplemente aquello que dice, sino que pretende emocionar, sugerir al lector a través de un lenguaje plurisignificativo lleno de elementos emotivos y sensaciones. La connotación es quizá el fundamento del lenguaje literario.
Y el mango también…

c) El lenguaje literario es superior lingüísticamente y estéticamente al lenguaje cotidiano. Lucha contra lo corriente, lo rutinario. Busca la originalidad, lo inédito, lo imprevisible para causar sorpresa y deleite en el lector. El lenguaje literario intenta ser siempre una “creación”, incluso llegando a ofrecer textos ininteligibles que no requieren una lectura normal o comprensiva, sino una lectura abierta, como sucede en la literatura surrealista.

d) La unidad fundamental del lenguaje, como sabemos, es el signo lingüístico, compuesto de significante y de significado. En el lenguaje, el significante no tiene mayor valor que ser el soporte físico y material del significado. En el lenguaje literario, significante y significado tienen el mismo valor e importancia. Es fundamental el simbolismo fónico de la palabra (rima, aliteraciones, juegos fónicos, etc.).

e) El lenguaje literario siempre tiene una estructura. Por muy pequeño que sea un texto, siempre tiene una disposición o combinación de los materia­les lingüísticos. En literatura todo está estructurado (incluso aunque experi­mentalmente se plantee la desestructura). Es evidente que el uso del lenguaje es el que mejor nos ha acercado al concepto de literatura, pero aún podemos añadir algunas notas definitorias:

  • La literatura es ficción. Es producto de la creación imaginativa, sur­giendo los tres géneros literarios esenciales: épica, lírica, dramática. La expre­sión de los hechos, la expresión del sentimiento, la representación de hechos y sentimientos. Cualquier experiencia, invención o fantasía puede convertirse en materia literaria.
  • La literatura es visión, expresa una forma de entender, de ver el mundo por parte del autor. En cierto modo el escritor es un visionario que penetra la realidad desde perspectivas superiores, muchas veces, a las científi­cas. Por ejemplo, recuerdo que la guerra española, la guerra de 1936, por no haber sido experimentada por mí, era simplemente un hecho histórico que sin duda había tenido una gran trascendencia para la vida de los españoles. Sabía lo que había sucedido, entendía, había visto películas. Sin embargo, com­prendí de una forma difícil de transmitir lo que había sido la guerra española el día que leí la novela de José Luis Olaizola que ganó el premio Planeta 1983, titulada La guerra del General Escobar. Se hizo patente, ya digo que de forma difícil de explicar, que un general de la Guardia Civil, católico, se pusiera a defender el orden constitucional, aunque sus compañeros de viaje no tuvie­ran nada que ver con el pensamiento del general Escobar. Entendí lo difícil que debió ser escoger, y la multitud de generales escobares que debió haber en la guerra. Un simple hecho de ficción literaria, un par de horas de lectura, bastaron para penetrar una realidad compleja [de 1985 a 2024 parecen haberse abierto sobre este tema algunas heridas, muchas heridas y demasiadas tumbas].
  • La literatura tiene un inherente afán de perduración, de que el tiempo no sea la sepultura de lo que se escribe. Que otros ojos, cuando uno haya muerto, vuelvan a mirar lo que se escribió. Al igual que el músico piensa en la perduración de su música. La inmortalidad o el intento de conseguirla es consustancial al acto creativo literario. En cierto modo, el escritor ya muerto, resucita en cada lectura. Por esta razón la estructura y la forma de una obra literaria deben de estar perfectamente definidas para no perder su identidad a través del tiempo.
  • La literatura es una forma de comunicación, una forma peculiar de comunicación lingüística que se consigue a través de un acto creativo. El emisor es el autor, el creador, aquel que crea una obra literaria con el uso peculiar del lenguaje que ya hemos descrito. El mensaje es la obra. El canal, soporte del lenguaje, será el papel impreso o el soporte digital, aunque varíe según se trate de una representación teatral, una canción, un recitado de poesía, etc. El contexto marca la situación en la que se hallan el emisor y el receptor. Pueden existir innumerables contextos, tantos como situaciones en las que un lector en un estado de ánimo determinado o en un lugar concreto, abra las páginas de un libro que a su vez también fue escrito en un contexto. Por último, el receptor es el lector, el final en el proceso de la comunicación literaria. Al decir lector, se incluye espectador, oyente, etc. Después de estas consideraciones, sinceramente entran ganas de analizar la lista de lo más leído en ficción, no ficción y poesía en agosto 2024. En segundo lugar, profundizar en lo que por lo visto leen los adolescentes según las encuestas antes referidas. Y en tercer lugar dar cuenta de los libros de literatura que aconseja leer el Papa Francisco.

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Comentarios

Una respuesta a «El que no lee en realidad no ve. Es menos libre, menos crítico y está inerme frente al totalitarismo:  “Los libros apuntalan la democracia porque son un obstáculo para los que quieren manipular la Historia” (Irene Vallejo) (1)»

  1. Avatar de carmen riaza molina
    carmen riaza molina

    GRACIAS JAVIER POR ESTE TEXTO. LO GUARDO PARA CITARTE EN ALGUN TEXTO POR ESRIBIR DENTRO DE POCO. uN ABRAZO. CARMEN

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